viernes, 20 de marzo de 2015

Hotaru no Haka (Grave of the Fireflies / La tumba de las luciérnagas). Una de las historias más bellas que nos ha legado el cine.


"EL DÍA 21 DE SEPTIEMBRE DE 1945 YO MORÍ"

Dicha producción cinematográfica fue primera la película dirigida por Takahata con el Studio Ghibli y el tercer largometraje del estudio. Considerada junto a La lista de Schindler (S. Spielberg, 1993) y El pianista (R. Polanski, 2002) como una de las mejores películas antibelicistas de todos los tiempos, y una obra maestra del cine de animación que por desgracia no tiene el pedigrí de las dos anteriores.
La película comienza con una escena del todo lapidante ya que nos narra como muere un niño en una estación de trenes por inanición. A pesar de lo cruel del suceso, la gente lo ve y no se inmuta ya que por desgracia esto no era un fenómeno aislado ya que muchos “niños de la guerra” habían quedado huérfanos y “caían como moscas” como se dice en la propia película. Este punto de inicio marca toda la historia ya que el narrador de ella será este mismo niño que nos relatará los últimos sucesos de su vida que le han llevado a este trágico final.
La tumba de las luciérnagas  está basada en una novela de Akiyuki Nosaka. En cierta medida, la novela es casi autobiográfica ya que el autor tuvo vivencias similares durante la guerra viviendo con su hermana. Sin embargo, la novela no tiene la fuerza y el espíritu con la que se dota su adaptación cinematográfica.
Para ver esta película, hay que olvidarse de esos motivos que se encuentran en el cine del Studio Ghibli y en el de su máximo exponente: Hayao Miyazaki. Aquí no encontraremos simpáticos espíritus del bosque como Totoro, no encontraremos valientes heroínas que luchan satisfactoriamente para salvar su bosque, ni historias de amor, ni maquinas voladoras asombrosas. No. En esta cinta encontraremos un reflejo duro y realista de la guerra, de las penurias que provoca, de armas como los bombarderos que provocan innumerables destrozos, de los instintos más bajo que se despiertan en el ser humano para sobrevivir, etc. Por añadidura veremos todo esto narrado desde la óptica de la capa más inocente de la sociedad: dos niños que intentarán adaptarse a un mundo devorador que no ha sido hecho para ellos. Aquí radica la grandeza de esta película no apta para todos los públicos debido a que veremos la aventura de dos jóvenes criaturas que nunca perderán la esperanza ni su inocencia a pesar de que el espectador vea desde un principio que esta bella historia no va a tener un buen final.



Por estos motivos, nos encontramos ante una película amarga, brutal y desesperanzadora a la par que realista y es que se trata de una historia que perfectamente podría haber pasado en la realidad lo que nos lleva a plantearnos cuantos “Seitas y Setsukos” (los protagonistas del film) tuvieron que haber durante el transcurso de la 2º Guerra Mundial o de las guerras más recientes. A pesar de esto, Takahata también sabe dotar esta desoladora historia de cierto encanto y ternura al desarrollar el vínculo entre estos dos hermanos huérfanos de padre y madre a pesar del contaminante entorno. De hecho, incluso cuando están muriendo de hambre, enfermedades e infecciones, el director sabe introducirnos momentos mágicos como la caja de caramelos o del jugueteo en el columpio.



En definitiva, gracias al cuidado de Takahata en el dibujo y en el desarrollo de la película, tenemos una de las narraciones más bellas que ha dado la ya dilatada historia del cine y que nos narra los sufrimientos de la guerra de una forma sutil (de hecho no aparece ni una sola escena bélica en toda la película) utilizando el recurso de contar la historia bajo el prisma de dos niños abandonados y solos en este vasto universo y es que, por desgracia, en este mundo, lo primero que muere es aquello más insignificante aunque sea lo que más brille, lo que más luz proporcione. Es una lástima, pero lo primero que muere son las luciérnagas.





Aquí os dejo su cuidada BSO. Solo el escuchar de nuevo su banda sonora ya hace que venga a mi unos sentimientos que solo se pueden albergar al visionar este film.






José Ángel Castillo Lozano

No hay comentarios:

Publicar un comentario