viernes, 21 de marzo de 2014

En busca del fuego: reminiscencias prometeicas a un proceso civilizatorio.

La película realizada por Jean-Jacques Annaud en 1981 presenta muchos conceptos e ideas que son algo natural a la naturaleza intrínseca del ser humano. Su propio título: “En busca del Fuego” (nombre original: “La guerre du feu”) nos indica el verdadero protagonista de la película que no es otro que el fuego. Esto a su vez nos revela la tesis principal de la película que no es otra que el devenir del ser humano, su continua evolución a partir de ciertos elementos civilizadores, en este caso, este elemento es el fuego, un fuego que al mismo tiempo, nos hace rememorar aquel mito que nos relata el poeta griego Hesíodo en su obra Teogonía. Dicho mito es el de Prometeo, aquel Titán amigo y creador de los seres humanos que desobedeció los mandatos de los dioses y robó el fuego para dárselo a la humanidad.


Imagen extraída de http://www.moviesdvdr.com/en-busca-del-fuego-dvdr-descargar-torrent-675.html (consultado el 21/03/2014). He decidido poner este cartel porque es el que a mi juicio más se adapta a la esencia de la película.
Estamos viendo cómo el fuego es esencial. Los primeros minutos del largometraje así nos lo muestra. La importancia que tiene el fuego es vital para el microcosmos que conforma la tribu prehistórica “protagonista” de la película ya que con el fuego pueden protegerse de animales salvajes, pueden fabricar herramientas con las que adaptarse mejor al medio, pueden calentarse, etc. De hecho, hasta vemos una especie de pseudo-sacerdote cuya única función era mantener vivo el fuego pues había un atisbo de veneración a este elemento al depositarlo en una especie de altar móvil. Resumiendo, vemos como el fuego se vincula directamente con el hecho de ser o no ser civilizado. De esta forma, se aprecia la manera en que una tribu de casi primates que nada se parece al ser humano ataca a esta tribu. Como ya he dicho, esta tribu atacante no aparecen como seres humanos porque no lo son, son bárbaros, por el hecho de no conocer el regalo de Prometeo a la humanidad.
Hemos introducido una nueva idea, que es la visión del otro, del extraño, del extranjero. La ciencia que estudia la visión de culturas distintas desde la óptica de otra cultura recibe el nombre de alteridad (proviene de alter que significa otro). Esta alteridad estará muy presente en esta producción cinematográfica, ya que la expedición que va en busca del fuego perdido irá viendo distintas tribus y clanes con diferentes costumbres que les asombrarán y sorprenderán, todo esto se reflejará en una especie de mundo como diría el filósofo alemán A. Schopenhauer a “voluntad y representación” de esta expedición conformada por los tres individuos protagonistas de esta producción. A su vez, este film nos mostrará distintas tribus con distintos estadios evolutivos que vendrán dados por la relación que tengan con el fuego. Así, nos muestra a esos primates que no tienen apenas rasgos de humanos al no conocer el fuego, por otro lado, tenemos a la tribu “protagonista” que ya si tiene cierta organización, un lenguaje y ciertos atisbos de creencias religiosas al conocer el fuego y, finalmente, nos encontramos una comunidad de “Homo Sapiens” que tienen ya cabañas, una jerarquía social clara así como un sistema de creencias establecido (como son la escena de la fertilización de mujeres o la incineración de sus muertos que no hemos de olvidar, se realiza con fuego) ya que no sólo conocen el fuego sino que son capaces de controlarlo.
Ya hemos mencionado cómo la tribu “protagonista” fue atacada por una serie de casi primates. Durante este ataque, la preciada reliquia del fuego se consume y se pierde. Esto generará que haya una especie de asamblea cuya decisión será mandar a tres miembros de la comunidad en busca de este gran tesoro, vital para su supervivencia. Estos tres personajes se embarcarán en una gran odisea en busca del fuego, este camino conformará todos los tópicos del llamado “camino del héroe” debido a que se establecerá una especie de camino iniciático que hará de estos personajes auténticos héroes para su tribu debido a que no sólo encontrarán el gran tesoro sino que adquirirán la técnica para poder crearlo y dominarlo. 
Imagen extraída de http://www.museuprehistoriavalencia.es/ficha_exposicion.html?cnt_id=3945 (consultado el 21/03/2014)
En conclusión, se han convertido para su tribu en héroes civilizadores que traen una serie de nuevas sabidurías que hará cambiar el imaginario colectivo tribal. Este cambio cristalizará en el alcance de un estadio evolutivo superior que les permitirá establecer una relación distinta a la que venían teniendo con la naturaleza ya que hasta entonces, el ser humano era un mero engranaje de este gran cosmos que es el mundo teniendo incluso que huir de animales salvajes (como la escena en la que huyen de los dientes de sable). Sin embargo, con el dominio del fuego esta relación cambia radicalmente pues ahora el ser humano es el amo y señor de la naturaleza. Esta nueva situación nos pone en la pista del ancestral conflicto técnica-creador que tan bien se ha presentado en películas como Blade Runner y que tan latente estaba en la época en que se estrenó la película (estamos en los años de la Guerra Fría y del miedo ante un posible holocausto nuclear).
Otros aspectos interesantes que se dan en este viaje iniciático es el origen de la risa y el amor como elemento civilizador, ambos conceptos guardan una estrecha relación pues su surgimiento viene dado por un grado de complejidad cada vez mayor que van adquiriendo los protagonistas a medida que transcurre su camino. Esto les lleva no sólo a centrarse en su supervivencia sino a acoger y crear sentimientos cada vez más complejos que los convierte en algo más que simples animales. Paradigmático al respecto son las escenas finales dónde vemos como los tres amigos y la chica “sapiens” empiezan a reírse entre ellos o, la escena final, donde uno de los tres aventureros abraza y cobija a la mujer que se unió a ellos entre sus brazos mostrando un amor, un sentimiento complejo que en cierta forma nos distingue del reino animal.
Para finalizar, hemos visto una película que defiende la tesis de un proceso evolutivo y civilizador positivo, su antítesis la podríamos encontrar en el Planeta de los Simios (1968). Para defender esta tesis, nos hace rememorar con gran acierto las aventuras de un grupo de antepasados para llegar a controlar el fuego. Durante estas aventuras irán aflorando una serie de ideas y conceptos, ya explicado, que se han venido dando a lo largo de toda la historia de la humanidad y que se siguen manteniendo en nuestros tiempos.

PD: me gustaría agradecer a la Asociación Cultural Civitas Mar Menor por haberme ofrecido realizar un coloquio acerca de esta película en una de sus sesiones de Cineforum.

PD2: Aquí os dejo un enlace de un trabajo más amplio y publicado en la revista El futuro del pasado acerca de esta película y de mi autoría: http://www.elfuturodelpasado.com/ojs/index.php/FdP/article/view/195/191

José Ángel Castillo Lozano