jueves, 16 de abril de 2015

Breves notas sobre el género Péplum en la historia del cine


Con el término PÉPLUM se hace referencia al cine de aventuras ambientado en la Antigüedad, con especial atención al mundo grecorromano. De hecho, el término péplum (del griego "πεπλον" -peplo-) hace referencia al vestuario que se utilizaban en estas producciones cinematográficas ya que el peplo no era sino una túnica que se abrochaba al hombro y cuyo término fue utilizado por vez primera por Jacques Siclier en el número de mayo de 1962 de la revista Cahiers du Cinéma (nº 131), en un artículo titulado "L'âge du péplum". 

Es evidente que la cultura clásica se encuentra en el mundo actual en todos y cada uno de los campos de su creación artística. Esto es debido en parte a que todas las grandes obran deben su herencia a un tronco común del que se van derivando los distintos argumentos, esto es la tesis de la afamada obra “La semilla inmortal. Los argumentos universales del cine” de Xavier Pérez y Jordi Balló (2010). Por este motivo, distintos directores han buscado a sus musas en el mundo antiguo y en el mundo mitológico, cuyas historias, leyendas y mitos ofrecen temas tan evocadores e interesantes como para abrir nuevas posibilidades de replanteamiento y de reelaboración.
Retomando el tema de nuevo del cine propiamente dicho, hemos de incidir en que las películas de temática antigua no eran novedad en el cine, como por ejemplo “Cabiria” (G. Pastrone –seudónimo: Piero Fosco-, 1914) o “Intolerancia” (D. K. Griffith, 1916). Sin embargo, el género péplum propiamente dicho aparece con la película “Hércules” (P. Franciscini, 1958). A partir de esta fecha, el género péplum gozará de su edad dorada en el mundo del cine, sobre todo, en el italiano.

Fotograma de Hércules

Sin embargo, las actuales nuevas corrientes estudiosas de este género cinematográfico han dejado de ver al péplum como esas películas de romanos de bajo coste y de origen italiano, de hecho, la propia RAE define a “péplum” como películas ambientadas en la antigüedad y no solo esas que se englobarían dentro de la definición del spaghetti péplum. De esta manera, hoy en día tendemos a ver al cine péplum como la conjunción de una serie de géneros como el colosal del que nace el péplum clásico y que tiene obras tan afamadas como la ya mencionada “Cabiria” o la versión de Enrico Guasón (1913) de “Quo Vadis”. 
Cartel de Cabiria
Además, esta “fusión” de géneros más allá del péplum canónico también convergió con el péplum norteamericano habida cuenta de que durante las décadas de los 50 y los 60 adquiriría una gran importancia con películas tan interesantes como Cleopatra (J. L. Mankiewicz, 1963) o Espartaco (S. Kubrick, 1960) y con una corriente más tardía que se da en la década de los 70 y que se conoce como antipéplum así las películas de Pasolini “Edipo rey” (1967) o Medea (1969), o el “SAtiricón” (Fellini, 1969) las introduciríamos aquí entre tantas otras (aunque es cierto que a partir de estas fechas el género péplum va descendiendo para entrar en un anonimato durante las décadas finales del S. XX). Estas películas norteamericanas añadieron nuevos escenarios geográficos como fue el Próximo Oriente y la tierra de los faraones: Egipto.


Cartel de Edipo Rey
Todas estas películas tenían una serie de lugares comunes en sus narraciones, unos personajes más o menos estereotipados, la importancia de los lugares urbanos como escenarios de la acción y una serie de técnicas narrativas que los hace únicos en su género. Estas películas tienen en común que tratan temas de la antigüedad con más o menos rigor y es que no debemos olvidar que son películas, una manifestación histórica más. Por lo tanto, tampoco debemos criticar excesivamente sus anacronismos y fallos siempre que sea una buena película. Otro concepto que debemos tener en cuenta es que son películas dirigidas por directores contemporáneos, por ello, muchas de las inquietudes o ideas del director se verán reflejadas en la película pues como dijo el afamado historiador B. Croce: "toda historia es historia contemporánea". De esta forma, en películas como “Espartaco” (S. Kubrick, 1960) o “La caída del imperio romano” (A. Mann, 1964) vemos preocupaciones innatas de la guerra fría y del miedo aún latente a los totalitarismos. Sin embargo, en películas más recientes como “Gladiator” (R. Scott, 2000) o “El reino de los cielos” (R. Scott, 2005) vemos la preocupación de su director ante la guerra y ante la convivencia de distintas culturas como son la cristiana y la musulmana, más presente en la segunda de ellas, parámetro que también se repite en “Agora” (A. Amenábar, 2009) con el conflicto entre cristianos y paganos.

Fotograma de Agora.
Finalmente, todas estas características han sido heredadas y, a su vez, actualizadas por un nuevo renacer en nuestros tiempos de este género ya que nosotros hemos sido testigos directos de cómo una nueva hornada de películas e, incluso, series de temática antigua han invadido nuestro cine. Así películas como "300" (Z. Snyder, 2007) o Gladiator (R. Scott, 2000) han supuesto grandes éxitos en taquilla. Además, estas nuevas películas toman de herencia números recursos del cine más puramente bélico, ¿quién no ha recordado el desembarco de Normandia al ver la primera escena de Gladiator o el desembarco de los mirmidones en las playas de Troya? O ¿quién no ha visto similitudes entre las explosiones del bosque de Germania en Gladiator con el bombardeo de Apocalipsis Now? En conclusión, estas nuevas películas del género péplum han conllevado a que los especialistas se obliguen a redefinir nuevamente este concepto porque si bien es cierto que hereda mucho de los péplum “clásicos”, si se me permite el término, también es cierto que añade nuevas perspectivas y nuevas visiones a este género tan amplio y rico en matices que incluso añadiría por sus características comunes películas que en un principio no catalogaríamos como tales como “El reino de los cielos” ( R. Scott, 2005) o, incluso, la película con tintes de ciencia ficción como “Outlander” (McCain, 2008). Todo ello ha llevado a que estemos en un nuevo movimiento de este género cinematográfico que ha recibido el nombre de “nouvelle péplum” del que espero como amante de este género y como historiador grandes obras cinematográficas en un futuro.

José Ángel Castillo Lozano


No hay comentarios:

Publicar un comentario